Chance to Change.[YabuxInoo]
 [CAPITULO 2]
" Beso Encantado…"
 
-Pero ya nada - Inoo se acerco lo bastante a él para poner su rostro frente a frente, la mirada de ambos estaba conectada y su corazón latía tan fuerte que parecía que saldría de lugar, sin embargo Inoo se quedo congelado sin poder hacer nada.

-¿Qué pasa? - Dijo Yabu nervioso de tener Inoo enfrente.

-NO PUEDO! - Inoo se separo del lado de Yabu y ahora fue el que se puso al lado contrario del cuarto - No puedo, es difícil hacer eso.

-¿Soy feo? - Dijo Yabu poniendo una pose ridícula como de costumbre lo haría Inoo. 

-Es raro- dijo Inoo sacudiendo la cabeza de un lado a otro - es mi cuerpo, es como besarme a mí mismo, pero.. de cualquier forma eres tú y este es tu cuerpo , no puedo hacerlo..

-¿Entonces te quieres quedar siendo yo? - dijo Yabu persiguiéndolo ahora a la esquina - A mi no me agrada la idea de ser siempre tu.

-Está bien - dijo Inoo aceptando la única escapatoria que podría tener - Pero antes de todo.. apaga la luz.

-¿Por qué?

-SOLO APAGALA - Dijo Inoo lo bastante irritado obligando a Yabu a apagar la luz de la habitación.

-¿Listo? - dijo Yabu una vez apagada la luz y poniéndose frente a frente entre la oscuridad.

-Listo- Respondió tembloroso Inoo.

La oscuridad era lo único que les impedía ver claramente el uno al otro, por lo cual fue mas fácil imaginar que quien estaba frente a ellos no era el otro, o en esta revoltura su propio cuerpo.

Frente a frente, sentían la respiración del uno al otro, a Inoo le provocaba un cosquilleo en las mejillas sentir la respiración suave de Yabu, poco a poco sus labios se fueron juntando y pudieron probar el sabor del uno y del otro, el beso se extendió mas de los esperado cuando se juntaban mas y mas en cada segundo, el beso que solo planeaban como un inocente contacto había sido de un grado mayor casi llegando al francés.

-BASTA - dijo Yabu aventando de su lado a Inoo el cual cayó de espaldas al piso.

-Me dolió - Dijo Inoo quejándose mientras se sobaba el cuello.

-¿Te sientes como tú? - preguntó Yabu 

-No lo sé, prende la luz - dijo Inoo aun un poco impactado por lo que habían hecho.

Yabu camino hacia donde estaba el interruptor para prender la luz, la habitación volvió a ser iluminada y fue una gran sorpresa lo que había pasado.

-Eres tu - Dijo Inoo emocionado al darse cuenta que quien estaba cerca del interruptor era Yabu.

-Soy yo, y tu eres tu - grito con alegría al notar que ambos habían vuelto a sus cuerpos.

-Soy Hermoso de nuevo - Dijo Inoo levantándose y girando sobre su propio eje.

-No eres hermoso, eres un debilucho de piel amarilla - Yabu se  rio de ver como aquel se emocionaba consigo mismo.

-¿Amarilla? - Pregunto enojada Inoo - mi piel es perfecta, lisa y suave.
-!Como de niña!- Yabu empezó a reír como loco al ver la cara de presumido que tenia Inoo al hablar de sí mismo.

-Cállate - dijo Inoo empezando a molestarse y sentándose sobre su cama - Odio que digan que parezco niña.

-¿Te lo dicen mucho? - Pregunto Yabu al ver la cara de puchero.

- Tu todo el tiempo - dijo Inoo tirándole una almohada - Anda, acepta que soy tu chica ideal - Inoo giño su ojo y empezó a reír como loco.

-Lo eres - Respondió Yabu acercándose a la cama de Inoo - Sobre todo por tu piel de gallina- Yabu se tiro a la cama de Inoo y empezó a reír como loco, ambos estaban riendo olvidando el trauma que momentos antes había pasado.

-Lo siento - Dijo Inoo parando de reír en seco.

-¿Por qué? - pregunto Yabu sentándose a su lado.

-Por que compre esa cosa rara, y te cause demasiados problemas - La cara de Inoo realmente parecía lamentar lo que había ocurrido - No me culpes, pero me moría de la curiosidad por comprarla en aquella tienda.

- No te perdono - dijo Yabu fingiendo una cara de enojado.

- eh? - Inoo se sorprendió de escuchar eso, esperaba una gentil voz que le digiera " no pasa nada, olvidémoslo" - ¿Entonces no me perdonas?.

-No - Yabu lo volteo a ver sin dejar de fingir el enojo - de hecho… me las pagaras- Yabu sonrió diabólicamente.

Yabu se levanto un poco de la cama y empujo a Inoo para que este callera recostado.

-¿Qué? - se quejo Inoo pero no pudo defenderse de aquel empujón

-niña - le susurro a Inoo mientras se montaba arriba del , haciendo que Inoo pusiera cara de puchero al creer que continuaban jugando.

Yabu le tomo las manos y le impidió moverlas al empujarlas sobre la cama, aprisionándolo por completo, impidiendo de esta manera que corriera de ahí, la cara de Inoo estaba en shock puesto no era ya normal que sus juegos llegaran tan lejos.

-Yabu ¿Estás jugando? - dijo Inoo tragando saliva al ver que el otro empezaba a dejar el juego para llegar a algo más real.

ignoro la pregunta y acerco su rostro tan cerca de él de Inoo a tal punto que Inoo podía sentir la respiración de Yabu, duro en esa posición algunos segundos, haciendo que el otro empezara a sudar de los nervios.

-Sí, Estoy jugando -  le susurro al oído mientras que un escalofrió recorrió el cuerpo de Inoo al escuchar aquel tono de voz - Vamos a jugar.

Una sonrisa en el rostro de Yabu y unos ojos con miedo en Inoo no se hicieron esperar, la boca del mayor se planto sobre la del otro, un beso  intenso por parte de Yabu pero sin correspondencia de Inoo, quien con sus pies intentaba empujar para que se quitara de arriba.

-¿Te has vuelto loco? - le grito en cuanto pudo separar su boca de aquellos labios.

-Tal vez un poco - dijo Yabu ejerciendo más fuerza sobre sus brazos para impedir que se moviera, nuevamente lo beso , con más pasión que antes.
el menor intento defenderse pataleando para zafarse de aquel enredo, sin embargo mientras Yabu ponía su concentración en aquel beso, las fuerzas de Inoo se fueron desvaneciendo indicándole que le empezaba a gustar la manera en que el mayor se adueñaba de su boca. 

[CONTINUARA]
 
[LAZOS DEL DESTINO]
CAPITULO 2. VOLVERTE A VER

NAKAJIMA YUTO

   
Desde aquella navidad hasta la mitad de la primavera me la pase pensando que era el destino, el por que no le pregunte su nombre aquel chico, y si en algún momento lo volvería a ver, a menudo pasaba por el sitio donde lo conocí y me sentaba a esperar que llegara, era muy tonto, siempre lo creí, incluso después de algunos minutos de hacer eso me decía a mi mismo que me fuera de ahí.

 
Un día en el que tenia tiempo libre pase por el mismo lugar , quería sentarme y esperar pero algo dentro de mi me dijo que no valía la pena, si por tanto tiempo no volvió, nunca lo encontraría ahí. Camine a un parque un poco retirado de ahí, muy conocido por la belleza y comodidad que brinda a los personas que están en el.
Estaba yo ahí sentado, aun lado de un jardín  en una banca, cuando por aburrimiento empecé a silbar una canción de niños, muy tonto, es algo típico de mi. Alcance a escuchar el sonido de una guitarra, mas no le di mucha importancia, pero conforme seguía cantando parecía que el sonido de la guitarra se emparejaba con mi melodía. Llamado por mi curiosidad me levante de la banca y camine hacia el sonido sin dejar  cantar, cuando sin darme cuenta choque con alguien y caí al piso.
 

Era el, por fin, lo había encontrado.
 

“Mi nombre es Nakajima Yuto” me apresure a decirle, era mi oportunidad de saber quien era el. El me miro sorprendido y sin pensarlo le dijo lo que me había dicho sobre el destino aquella vez, el sonrientemente me dijo su nombre , Okamoto Keito.
 
Nos quedamos parados sin nada que decir como por 4 minutos, parecía que no había nada mas que decir, en mi mente pasaba la extraña idea de que me tenia que ir en ese instante y en algún otro momento volverle a pedir al destino encontrarme con el, sin embargo, el metió su mano en el bolsillo y volvió a sacar otro pan, extendió su mano y me lo ofreció.
 
Le pregunte si era fan de esos panecillos y él me dijo que no, pero que ese día simplemente le había nacido comprar uno. En mi mente paso rápidamente que el destino preparo todo para encontrarnos, incluyendo ese panecillo que haría que platicáramos un poco mas.
 
Ambos nos sentamos en una banca y comimos, el me platicaba sobre a que se dedicaba, era un estudiante de universidad en una escuela de idiomas, mientras que yo solo le comente que estaba buscando trabajo.
 
No fueron mas de 10 minutos de platica, cuando él se levanto y se despidió de mi, sin embargo esa vez no deje que se fuera asi como si nada, le pedí que intercambiáramos números de celular, asi que nos marcamos mutuamente para guardar nuestros números.
 
El, Keito, se fue con su guitarra en la espalda, mientras que yo feliz por alguna extraña razón y sentimiento lo miraba como desaparecía a lo lejos.
 
Recuerdo bien que en cuanto deje de visualizarlo di media vuelta y camine rumbo a mi casa, todo era muy normal, las tiendas, la gente, yo no veía nada fuera de su lugar, sin embargo al dar vuelta en una calle para tomar un atajo que me llevaría a mi casa, sentí que algo me picaba fuertemente por la espalda, me arrebataban la mochila con todas mis cosas y caía con la vista borrosa al piso, tenia mi celular en el bolsillo, asi que marque el ultimo numero y pedí ayuda.

OKAMOTO KEITO.
 
Después de irme del parque, me había quedado pensando en el por que mejor no quedaba de verme con el otro día, podríamos ser grandes amigos, llamarle de mi parte podría haber resultado demasiado, podrían interpretarse cosas que no eran, eso era lo que pensaba en aquel instante cuando mi celular empezó a sonar , mire el nombre del contacto, era el, sonreí pues pensé que también él había pensado lo mismo.
.
.
.
.
Sin embargo,
 


“AYUDAME” “ME MUERO” fueron sus palabras temblosas y llenas de terror, me asuste tanto que deje la guitarra aun lado y empecé a correr a buscarlo, me cuestionaba el por que no le pregunte donde vivía, o que era lo que iba a hacer después, ni siquiera sabia que hacer, llegue al parque y no lo vi, corrí el perímetro del parque como jamás había corrido en la vida , corrí por las calles mas cercanas cuando de repente  se me ocurrió marcar a su celular, tal vez eso me ayudaría. Mientras corría por una cuadra que no quedaba muy lejos del parque y justo cuando la gente se volvía menos alcance a escuchar el sonido de un celular, sin dejar de marcar volvi a correr y de pronto mi susto al verlo tirado en el piso lleno de sangre.

Uno piensa lo peor en esos casos, me acerque a él gritándole a ver si me respondía, era tonto creerlo, sin embargo estaba desesperado lo recosté sobre mis piernas e intente buscarle el pulso, AUN TENIA, débil pero aun tenia señales de vida.

Tome mi celular para llamar a una ambulancia, e hice el contacto lo mas rápido, no sabia bien donde estaba, pero como pude me di a explicar. La gente al vernos empezó a rodearnos, tanta gente que resultaba incomodo, Yuto, tenia dificultades para respirar, intente hacer que la gente que alejara de nosotros pero no se iba, estaba desesperado, tanto, que lagrimas empezaron a salir de mis ojos sin control.

Al ver mi desesperación, algunas personas reaccionaron y empezaron a alejar a los demas,  ya había más espacio, sin embargo Yuto cada segundo que pasaba estaba más débil.

La ambulancia llego y lo levantaron en una camilla, sin nadie mas que lo acompañara yo subí también para ir con el al hospital.

Ya en el hospital, los  médicos se lo llevaron a emergencia, me pedían datos sobre el, yo solo les decía que solo sabia su nombre, no sabia que había pasado, pero que todo parecía que había sido victima de un asalto.
Pasaron muchas horas y el medico no salía, nadie me daba razón de él.

Yo ni siquiera había regresado a mi casa, ni a la escuela, ni había comido, incluso aun llevaba la ropa llena de sangre.

Era ya de noche, cuando el doctor me dio noticias, él estaba vivo, no había daños en sus pulmones ni en ningún órgano vital.

Volví a llorar, pero era de alegría, el, Yuto, aun estaba vivo.
Lazos del Destino [Okajima]

NAKAJIMA YUTO

No recuerdo el por que pero en aquellos instantes estaba ahí sentado en una macetera  alejado del barullo del centro , de toda la multitud de la gran ciudad que gritaba de emoción esperando el año nuevo. Pero para mi no había emoción, ni ganas de estar festejando, estaba deprimido con la cabeza baja y hundido en mis propios pensamientos mientras bebía un vaso de café expreso ya bastante frio.
A pesar de mi mal estado , en ese instante por asuntos del destino alguien paso a mi lado, y detuvo su caminar justo a mi costado, no quería prestar atención, pero después de unos segundos al percatarme que no se retiraba fue inevitable voltear y ver de quien se trataba.
Era un chico, sin nada espectacular en el, de complexión normal, de cabello con corte juvenil, cargando una guitarra en su espalda, tan simple y sencillo como yo mismo.
“Me puedo sentar” me dijo, con una cara que parecía que realmente necesitara sentarse justo a mi costado, con un movimiento de cabeza le permití hacerlo, ambos estábamos sentados al costado del otro , pero ninguno decía mucho.
Pasaron algunos minutos y a lo lejos se empezó a escuchar truenos y estallidos de cuetes que iluminaban el cielo nocturno, gritos de la gente deseando  felicidades por todos lados, yo solo miraba al piso hasta que el me toco el hombro y me dijo “ Feliz año” ofreciendo la mitad de un panecillo que al parecer había sacado de la bolsa de su chaqueta.
Mi cara de sorpresa  lo asunto un poco, pues intento retirar el panecillo, pero antes de que lo hiciera acepte su regalo y empecé a comerlo mientras mirábamos el iluminado cielo, era extraño que yo aceptara algo de un desconocido, podría ser una trampa, podría ser un engaño,  pero, su rostro por mas que quisiera evitarlo resultaba tan neutral y calmado, claramente veía que no buscaba ningún problema.
¿Porqué estas solo en año nuevo? – me pregunto intentando romper el silencio, yo le respondí fríamente “¿debería estar con alguien? , el solo sonrió y dejo escapar una risilla diciendo “ pues después de todo estas conmigo, no estas solo, ¿no?. En lugar de contestar fríamente de nuevo, no pude evitar sonrojarme un poco, y continuar comiendo el panecillo que aquel extraño me regalo.
El sin que yo le preguntara empezó a contarme su razón por la cual no tenia a nadie mas en aquel instante, su madre una modelo ocupada, su padre un hombre de gran renombre y de negocios múltiples, siempre estaba solo, no podría decir que tenia amigos ya que nadie se digno a llamarle ese día. Parecía que el en aquel día estaba mas solo que yo, quien solo salió de su casa evitando tener una noche agradable en familia. Me sentí tan tonto de que mis problemas fueran tan superficiales, tan egoístas que simplemente no pude evitar sonreírle y decirle al igual que el me lo dijo “Feliz año”.
El se levanto de la macetera y cargo nuevamente su guitarra en la espalda, listo para partir me atreví a decirle que si podríamos ser amigos, el solo me contesto que los amigos son aquellas personas que están al lado del otro cuando el destino de ambos se entrelazan por siempre.
El no dijo mas y se fue, en aquel instante me pregunte si debí preguntar su nombre.


OKAMOTO KEITO.
Algunos meses pasaron desde aquel año nuevo donde vi a un joven sentado, hundido en su propia depresión , tan igual a mi, tan parecido a mi, que no pude evitar sentarme a u costado y compartir la soledad con el. No le pregunte su nombre cuando me marche de aquel lugar, tampoco el me lo pregunto, no creo que fuera falta de interés, creo que ambos confiamos en el destino y en que en algún otro momento nos volveríamos a encontrar.
Una tarde de primavera estaba sentado en una banca de madera debajo de un árbol, había algunas personas caminando por los corredores del parque. Yo estaba pensando en algunas cosas, como en las notas de una nueva canción, pero siempre que intentaba reunir algún sentimiento que llamara a mi imaginación la imagen de aquel chico se cruzaba en mi cabeza, seria que en aquellos instantes me empezaba a volver loco.
Recargue mi cabeza sobre el respaldo de la banca y justo cuando me adormecía, escucha una voz entonando una melodía, no escuchaba muy bien, pero inmediatamente tome mi guitarra y empecé a tocar sin sentido algo mientras intentaba localizar de donde provenía esa voz.
Era una voz suave y natural, sencilla y clara, camine y la voz subía de volumen, era una canción popular , irónicamente una canción infantil de las que comúnmente te enseñan en el jardín de niños. Camine y camine hasta que sin darme cuenta choque contra alguien provocando que este callera al piso conmigo, junto con esa caída la música termino.
Al abrir los ojos, me di cuenta que quien había tumbado al piso era aquel chico que conocí antes, el sorprendido al igual que yo , solo me regalo una sonrisa como aquella que me ofreció tiempo atrás.
Me levante del piso, y le ofrecí una mano para que él se pusiera de pie de nuevo. Le iba a preguntar que si él era el que estaba cantando, pero él se me adelanto en hablar.
“Mi nombre es Nakajima Yuto”  extendió su mano esperando que yo respondiera aquel gesto.  Estaba tan sorprendido de eso, que parecía que me habían convertido en piedra, pero antes de que volviera a reaccionar me volvió a decir algo “ Tu lo dijiste antes que para ser amigos, el destino nos tenia que volver a cruzar” , el sonrió y volvió a extender su mano. Entonces  yo reí de que recordara lo que le dije anteriormente y sin mas remedio me presente  ante el como Okamoto Keito.

[CONTINUARA]