He loves Him. [03]





Capitulo3 : Nuestra alma gemela


Habían pasado alguno días desde el accidente, Yuya no ha asistido a la escuela, se ha quedado en cama sin querer hacer mucho más que levantarse al baño , a tomar un poco de agua , nada productivo. Sus amigos, Junta y Akito, no dejaban de ir a verle todos los dias, pero el apenas y los recibía sin decirles nada.

-Yuya, Tienes que volver a la escuela - le decía Junta apuntando hacia la ventana  - Tienes que salir.

-Mañana tienes que ir - agrego Akito dándole la razón al otro.

Yuya los volteo a ver lentamente dándose cuenta que sus amigos estaban muy angustiados por él. - Lo intentare, lo intentare - Dijo aceptando los consejos de sus amigos y volviéndose  a recostar sobre su cama.
Y así fue, tal como lo prometió, al día siguiente puso sus pies fuera de casa y se dispuso a caminar hacia la escuela, sin embargo algo no marchaba bien, en todo el camino los estudiantes que lo visualizaban lo miraban con desprecio , unos le gritaban cosas haciéndole sentir pésimo, todo el camino parecía ser tan pesado que su cara expresaba no poder resistirlo.

"Ese chico es el culpable" escucha que las personas que pasaban a sus lados murmuraban, no era algo que le alentara ir al instituto, sin embargo no dejaba de caminar a dirección a él, llego al gran portón escolar y con el poco valor que le quedaba en si mismo dio algunos pasos adentrándose al patio escolar,  solo camino alrededor de veinte pasos, lo suficiente para darse cuenta de las cientos de miradas de desprecio, de enojo, de sentimientos negativos hacia él.

No aguantó, tenía miedo de volver a la escuela, así que retrocedió rápidamente empezando a correr en dirección contraria a la escuela. camino sin sentido, lejos de donde pudiera ver a chicos uniformados , tan lejos que se había perdido sin saber donde estaba.

-¿Qué se supone que haga?- susurro así mismo mientras apoyaba sus brazos en la orilla de un puente peatonal, el aire soplaba y chocaba con su rostro, los carros pasando a gran velocidad bajo el puente, su mirada de volvió borrosa al apuntarla a la nada, sin enfocar cosa alguna, sus brazos empezaron a apretar la orilla del barandal donde sujetaba sus manos.

No lo pensó mucho y con la fuerza que aplico en  el barandal impulso su cuerpo logrando que una de sus piernas se apoyara también en el barandal, todo indicaba que quería saltar del puente y caer al arroyo vehicular, la depresión lo había orillado a intentar el suicidio.


Se escucho un ruido tras él, algunos objetos cayendo sobre el suelo, ignorando dicho sonido se disponía a saltar, fue justo cuando tomaba el impulso que algo le sujeto del abdomen y lo jalo impidiendo su salto.


- ! No lo hagas!- grito un chico que lo sostenía del abdomen mientras ambos caían al piso a salvo de saltar - No lo hagas - repitió mientras lo apretaba con fuerza.

La mente de yuya volvió de la nada al escuchar los gritos del chico que le abrazaba del abdomen, por alguna extraña razón tenía un sentimiento raro dentro de sí mismo.

-No lo hare - Dijo yuya liberándose del abrazo del chico. se paro del suelo y pudo verlo claramente en el piso, era algo muy extraño, o para el resultaba muy extraño, aquel chico tenia la misma complexión física que él, delicada piel ,un gesto gentil, inclusive tenían teñido el cabello igual.

-Por favor, no lo hagas - el chico se levantaba del suelo y se paraba enfrente de él, tenía una cara de angustia , para Yuya era algo extraño, su mirada le causaba un sentimiento raro, la voz y tono del chico le hacían pensar en que realmente estaba actuando mal.

-No lo hare - Dijo de nuevo Yuya sin agregar más.

El chico sonrió amablemente mientras miraba a su alrededor dándose cuenta que por salvar al chico había tirado todo lo que había comprado en el mercado, se agacho para recoger las cosas metiéndolas de nuevo a las bolsas, Yuya al no poder agradecerle de otra forma le ayudo a recolectar todos sus objetos del piso, una vez terminado el chico volvió a sonreír amablemente.

-Tal vez no me importe, tal vez solo estoy de entrometido , pero si tienes algún problema, si quieres hablar con alguien , puedes confiar en mí - le dijo el chico ofreciéndole una fruta que sacaba dentro de las bolsas.

Tal vez era lo que Yuya necesitaba, desahogar lo que sentía con alguien, de no hacerlo podría terminar muerto, terminar mas herido de lo que estaba, sin embargo no podía responder ni decirle nada a aquel amable joven. Por lo cual el desconocido entendió que no se atrevería a hablar con él, así que nuevamente sonrió despidiéndose con esa sonrisa de él para continuar con su camino.

- Detente - dijo en voz baja Yuya jalándole de la camiseta.

-¿Qué pasa? - pregunto el chico volteando hacia atrás para ver al chico.

-Yo..he perdido las ganas de vivir… ¿Qué hago? - la cara de Yuya dejaba mostrar su desesperación, no dejaba de soltar la camiseta del otro.

El chico lo miro con algo de lastima, lo tomo de una de las manos y se lo llevo de aquel puente a un lugar donde pudieran hablar, ambos llegaron a un tranquilo parque donde circulaba el aire atreves de los arboles haciendo una hermosa armonía entre el choque de las ramas y vuelo de las hojas,  así como los sonidos de los pájaros que revoloteaban por el piso o la vegetación.



-Cuéntame - dijo el chico sentándose ambos en una banca de madera bajo la sombra de un árbol - Cuéntame lo que quieras, yo escuchare todo.

Yuya miraba hacia el cielo, tomando aire intentando hablar sin explotar nuevamente. - Cuando ingrese al instituto, había una chica de la cual me enamore con solo verla, no sé que era, pero siempre que la miraba mi corazón se aceleraba, palpitaba tan fuerte que no podría tranquilizarme,  realmente verla me ponía de tan buen humor, ¿Eso es amor cierto? yo lo sabia, estaba totalmente enamorado de ella.. pero - Yuya recordó los momentos más difíciles de su vida al contar su historia - Hace unos días, tome el valor de decirle a esa chica cuanto es que me gustaba, pero en el momento que le declare mis sentimientos ella me rechazo,  dijo que era un tipo raro, que jamás andaría con algo como yo, mi corazón se hizo polvo en un solo segundo, ella era muy fría y siguió su marcha ignorándome, yo le gritaba su nombre, pero no por que quisiera reclamarle o obligarla a aceptarme, si no porque por que corría un gran peligro al cruzar la calle - las lagrimas del chico empezaron a correr mientras seguía hablando - Ella me ignoró, no quiso escuchar mi voz, intente correr pero mis piernas me traicionaron, ella jamás escucho por más que grite, juro que grite con todo mi corazón, pero no funcionó, un auto la atropello y …

Ya no pudo continuar contando, llevó sus manos a su rostro mientras ocultaba sus ojos llorosos del desconocido.

-Todo ha sido mi culpa - decía mientras continuaba llorando.

-No es así - el chico contagiado de las lagrimas de Yuya empezó a llorar con él, mientras una de sus manos intentaba secar las lagrimas del rostro de Yuya. - Todo ha sido obra del destino, un accidente, no ha sido tu culpa.

El rostro del desconocido lloraba con él, dándole una amistosa compasión que por alguna razón parecía calmar un poco el dolor de Yuya,  no aguantando mas se lanzó a abrazarlo y desahogar todo el dolor que le quedaba dentro.

-Llora hasta que no puedas mas , llora hasta que el dolor disminuya - le decía el desconocido mientras se dejaba abrazar por el chico - Pero después de que se sequen tus ojos, por favor borra con esas lagrimas la idea de que ha sido tu culpa. Yo me quedare aquí hasta entonces.

No fueron segundos, ni minutos, fueron algunas horas las que Yuya mantuvo abrazado al chico ,mientras seguia llorando en silencio, el sollozo del chico disminuía poco a poco, hasta que las lagrimas se convirtieron nada quedando simplemente un rato abrazado del chico que recién conocía. su respiración era profunda, parecía que después de tanto estrés había encontrado un poco de paz.

Levanto su rostro en dirección al chico mientras lo dejaba de abrazar satisfecho de haber liberado parte de su dolor, el desconocido solamente volvió a sonreír amablemente.

-¿Cómo te llamas? - preguntó al verlo un poco más tranquilo.

- Takaki Yuya - respondió

- Oh! pero si esto es una casualidad, mi nombre es Tegoshi Yuya - el chico dejo escapar una risilla encantadora del asombro - por lo visto tenemos mucho en común.

-Lo es - agrego Yuya al no poder evitar poner un gesto amable al sentir el aura explosiva de gracia que había dejado el otro con aquella risa.

-Así te vez mejor - El chico se levanto de la banca - Si sonríes todos tus problemas se solucionaran.
-Gracias - fue lo único que podía decir.

-No me des las gracias, dale gracias al destino que me ha puesto en tu camino hoy - el chico tomaba sus bolsas del mercado con lo cual se decidía a dejar solo a Yuya - se que podríamos volver a cruzarnos, así que para evitar confusiones llámame Tegoshi.

Se despidieron con un apretón de manos, y caminaron en sentidos apuestos dándose la espalda, el sentimiento cálido que había sentido Yuya en aquel chico era algo que no podria olvidar jamás.

Continuara..

1 comentarios:

Anónimo dijo...

hola!!!!....me gusto mucho tu blog...y me gustaria que nos conocieramos mas...asi que te dejo mi correo electronico:
yklo_12@hotmail.com
espero y podamos hablar pronto
bye

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