Capitulo 14. ¿Que sientes si estoy a tu lado?
Takaki durante una semana había ido todas las tardes a la casa de Yabu, los dos realmente disfrutaban de pasar el tiempo juntos ya sea comiendo lo que Yabu obligaba a Takaki a cocinar, disfrutando de ver la televisión los dos sentados en el mismo sillón o simplemente eran felices de pasar bastante tiempo a solas.
Inoo por otra parte asistía a la universidad, ponía toda su concentración en aprender lo que los maestros decían en clases, con el objetivo no solo de mejorar sus notas si no de mantener su mente ocupada en algo productivo.
Los demás chicos también tenían que hacer, Hikaru teniendo tiempo libre al no ir a clases, se habia quedado en su casa a ayudar a su madre, Keito asistía a la escuela privada como siempre, Ryutaro, Yuto, Yamada, Daiki y Chinen asistían al instituto donde convivían entre ellos en sus horas libres.
- Toma Dai-chan~- dijo Yamada dándole un refresco de lata.
- No tengo sed – Daiki no tenía muchos ánimos aun, por lo cual había perdido el apetito.
- ¡Eso es raro! – agrego preocupado Yuto – Daiki siempre toma esa bebida, ¿Te sientes bien?
- Solo no tengo sed – Repitió Daiki fingiendo una sonrisa.
- Ahora que hago compre 2 refrescos – dijo Yamada sintiendo que había comprado en exceso – si me tomo los dos engordare y eso seria fatal.
- Dámelo a mi – dijo Yuto estirando su mano intentando quitarle un refresco a Yamada, sin querer sujeto el refresco aun cuando Yamada lo estaba sujetando el cual tuvo una reacción de susto y dejo que la lata callera al piso .- ¿Qué te pasa? – pregunto yuto recogiendo la lata del piso.
- Nada, nada – respondió rápidamente Yamada
- Si no me la querías dar , solo me lo hubieras dicho – dijo yuto regresándole la lata a Yamada.
- No es eso… - Yamada no acepto que le devolviera la soda
- ¿Entonces? – pregunto Yuto.
- No pasa nada, nada – dijo Yamada un poco trabado, a decir verdad los últimos días habían sido también algo difíciles para él, desde que “el no beso” en la playa había sucedido resultaba difícil hablar con Yuto.
- Si tu lo dices – Yuto ignoro el comportamiento de Yamada e intento abrir la lata ignorando por completo que estaba toda batida por lo cual ambos se llenaron de refresco sabor naranja y sus uniformes habían quedado todos arruinados.
- ¡Tonto! – dijo Yamada intentando sacudir rápido la soda de su ropa.
- Lo siento - agrego Yuto intentando de igual forma quitarse las gotas de soda de encima.
- Están en serios problemas- dijo Chinen riéndose de ellos.
- No pueden volver con ese color naranja a las clases – riéndose de ellos también dijo Ryutaro.
- ¿Qué hacemos? – dijo yuto preocupado.
- ¿Por qué no usan el uniforme deportivo por el resto de las clases? – Chinen dijo intentando dar una buena idea sin dejar de reír – Creo que es mejor que estar naranja.
Los dos caminaron hacia el gimnasio buscando su cambio deportivo, el camino fue un gran silencio ya que Yamada no decía ninguna palabra, y Yuto creía que este se encontraba enojado por el accidente del refresco, sin embargo el silencio de Yamada no era por enojo si no mas por confusiones que se había creado en su cabeza.
Entraron juntos al vestidor del gimnasio, como siempre lo hacían yuto empezó a cambiarse de ropas frente a Yamada al cual no le parecía del todo agradable, aun que siempre se desvistieran cerca el uno del otro jamás habían sentido incomodidad, después de todo conviven muy cercanamente en la escuela, en el grupo, inclusivo en los viajes que hacen constantemente. Pero en aquellos momento Yamada se sentía tan incomodo, tan nervioso y sin tener ninguna explicación.
- ¿Por qué tienes esa cara? – pregunto Yuto al notar una expresión rara en el rostro de Yamada.
- ¿Qué cara? – respondió con otra pregunta Yamada volteando rápidamente hacia la pared.
- No sé, tenias una mirada muy rara – agrego Yuto aventándole la camiseta llena de color naranja a Yamada.
- Estás loco – dijo Yamada regresándole la camiseta la cual cayó sobre la cabeza de Yuto.
- Por cierto – Yuto se acerco a donde estaba Yamada - ¿No es subido de pesos estos días? – yuto con su mano toco el abdomen de Yamada el cual solo se alejo rápidamente de él.
- ¿Estás loco? – repitió Yamada un poco – No estoy gordo, Soy puro musculó, bueno, aun que si me comparan contigo podría estarlo.
- ¿Te estás riendo de mí? – dijo yuto mientras caminaba sin camisa por el vestidor intentando que Yamada le viera a la cara el cual lo evitaba a toda costa.
- Pues quien te manda estar tan flaco y tan plano – Dijo Yamada alejándose de yuto el cual notaba que Yamada le evitaba por alguna extraña razón.
- Miles de chicas morirían por mi – dijo Yuto alejándose de él y sujetando la camiseta del uniforme deportivo.
- ¿Y eso que tiene de bueno? Si tu le tienes miedo a la mayoría de chicas – dijo Yamada aun sin verlo pero intentando continuar la plática.
- No es cierto… o no tanto… - Yuto no podía negar eso, pues el hablar con chicas siempre terminaba en un caos de lo nervioso que se ponía - Por cierto Yama-chan – comento yuto intentando cambiar de conversación para que olvidaran su mala suerte con las mujeres.
- ¿Qué paso? – dijo Yamada el cual había terminado de cambiarse.
- No había tenido tiempo de decirlo – dijo yuto mientras de igual forma terminaba de ajustarse el uniforme deportivo – El día de Okinawa, ¡Muchísimas gracias por salvarme la vida! – Yuto hizo una reverencia a Yamada el cual estaba tan sorprendido que no pudo evitar sonrojarse de aquello.
- No fue nada, No iba a dejar morirte - Yamada se había puesto nervioso al ver que Yuto estaba agradecido por el – Después de todo soy una buena persona, ¿No?
- Si tu lo dices – dijo Yuto riéndose de él y saliendo del vestidor -¿Entonces regresamos con los demás?
- Es menos peligroso que estar solo contigo – Dijo Yamada sonriendo levemente evitando todo pensamiento raro que cruzara por su cabeza.
Daiki, Ryutaro y Chinen seguían en el mismo lugar, sin embargo Daiki seguía sin tener el mejor ánimo del mundo mientras Chinen empezaba a tener platicas que le incomodaban bastante.
- Estoy feliz – dijo Chinen a Daiki mostrándole su celular el cual había recibido un mensaje nuevo – Takaki parece estar de muy buen humor ya que ha respondido todos mis mensajes.
- ya veo – contesto Daiki solo por decir algo.
- Ah! Soy tan feliz - agrego Chinen mientras sujetaba con fuerza su celular.
- ¿Te gusta Takaki? – pregunto riendo Ryutaro.
- Claro que si – Respondió rápidamente Chinen- Me gusta tanto como Ohno-kun, me pregunto con cuál de los dos me casare.
- Con ninguno – respondió fríamente Daiki.
- ¿Por qué no? – pregunto Chinen intentando no entender por qué no podía casarse con ellos.
- Porque no te puedes casar con otro hombre, además tampoco con 2 a la vez. – Agrego Ryutaro
- Si puedo – dijo Chinen sonriendo diabólicamente- me puedo casar con ellos en Canadá.
- ¿Tan lejos? – Ryutaro pregunto.
- ¡No puedes!- Daiki ya se empezaba a molestar del tema, como si Chinen tuviera la culpa de su depresión, o de que sus bromas no le cayeran tan bien- ¡No te puedes casar con Takaki!
- ¡Si puedo! – Chinen seguía terco en su broma de casarse.
- ¡Eso es imposible! – le dijo Daiki usando un tono de voz más elevada.
- ¡Si puedo! ¡Si puedo! ¡Si puedo! ¡Si puedo! – Chinen empezaba a actuar como un niño terco.
- ¡NO! – Grito Daiki levantándose de donde estaba sentado mirando a Chinen con algo de enojo.
- Tranquilízate – Dijo Ryutaro sujetando del brazo a Daiki el cual parecía estar enojado de la nada.
- No estoy enojado – Daiki se volvió a sentar intentando calmarse.
- Será… ¿Te gusta Takaki? – pregunto chinen al ver aquella reacción.
- ¡No! – respondió rápidamente Daiki, era obvio que aun que hubiera renunciado a el seguían sus sentimientos reprimidos.
- Qué bueno… uno menos en el camino para llegar a Yuyan – dijo feliz mente Chinen mientras abría su celular para marcarle a Takaki.
- ¿Qué vas a hacer? – pregunto Ryutaro al ver que Chinen iba a hacer una llamada.
- Voy a hablar con mi “Futuro esposo” – Chinen seguía con eso e intento hablarle a Takaki para provocar más a Daiki, su extraño sentido le hacía adivinar que Daiki sentía algo por takaki.
Chinen marco a Takaki, el cual contesto rápidamente desde la casa de Yabu donde últimamente parecía más vivir que estar de visita.
- ¿Hola? – pregunto Takaki
- ¡Yuuuyan! ~ - dijo alegremente Chinen al escuchar su voz, solo se habían comunicado por mensajes así que escuchar su voz era realmente emocionante para chinen- ¡Te he extrañado!
- ¡Yuri-chan! – dijo Takaki alegremente al escuchar la voz de chinen - ¿Qué deseas?
- Daiki se enojo conmigo – Chinen ponía una voz melancólica provocando que Takaki se preocupara.
- ¿Qué paso? ¿Te hizo algo? - Takaki como buen amigo se había preocupado, con lo que Chinen había logrado su objetivo, hacerse la víctima.
- ¡Si!, Me dijo que no puedo casarme con Takaki – La voz de chinen era melancólica como si de verdad le doliera no poder casarse con él, este a cambio al ver que no se trataba de nada serio más que uno de los juegos clásicos de Chinen soltó una carcajada dejando escuchar su risa en el teléfono. -¡No te rías! – dijo chinen intentando parar la risa de Takaki.
- No, no se puede casar contigo – era una tercera voz, Yabu quien le había quitado el celular a Takaki para meterse a la conversación mientras que se seguía escuchando a Takaki riendo y forcejeando con Yabu para quitarle el celular – Yo me casare con Takaki – dijo Yabu riendo de la situación, sin embargo lo cómico que parecía para Yabu y Takaki no resulto ser de alegría para Chinen el cual se había puesto de tan mal humor al entender que ellos dos estaban juntos.
- ¡De ninguna manera dejare que te quedes con Yuyan! – Chinen se había enfadado y corto la llamada agresivamente.
- ¿Qué paso? – pregunto Takaki a Yabu al ver que este separaba de su oído el celular.
- Parece que se enojo – dijo Yabu sorprendido.
- Le voy a mandar un mensaje disculpándonos – Dijo Takaki pidiéndole el celular a Yabu el cual se negó a dárselo y empezó a jugar con Takaki quien quería su celular, Yabu lo tenía en su mano y lo levantaba para que Takaki lo alcanzara, realmente eran tan infantiles que se miraban lo bastante lindos con su juegos.
El juego termino cuando Takaki alcanzo su celular y Yabu al ver que estaba distraído aprovecho ese momento aventándolo al sillón que estaba enfrente del televisor, dejando recostado al chico y sin aguantar las ganas se puso sobre el mirándolo directo al rostro.
- Podría estar todo el día viendo tu mirada – dijo románticamente Yabu al estar hipnotizado por los ojos de Takaki, era una mirada llena de vida, el brillo de sus ojos le decía a Yabu que estaba enamorado de él.
- Yo no podría solo verla – Respondió Takaki abrazando fuertemente por la espalda a Yabu - Realmente soy tan feliz – Dijo antes de darle un beso a Yabu el cual respondió abrazándolo con la misma fuerza disfrutando de aquel beso.
- Te amo- Susurraba en voz baja Yabu mientras dejaba que Takaki besara su rostro – Te amo tanto.
- Yo también – dijo Takaki deteniendo sus besos al escuchar la voz de Yabu – Te amo.
Desde el día que habían decido que serian novios, se habían contenido de llegar más lejos de un abrazo o un beso, pero en esa ocasión fue algo incontrolable ya que el sentimiento parecía haberles ganado.
- Soy tan feliz – dijo Takaki mientras Yabu besaba con dulzura su cuello desabrochando al mismo tiempo la camisa que llevaba puesta.
- Me encanta tu olor – dijo Yabu mientras deslizaba su nariz sobre el abdomen de Takaki – me encanta como sabes – agrego mientras sus labios se deslizaban por el mismo lugar.
- Soy feliz… - suspirando decía Takaki mientras Yabu continuaba besándole – No puedo desear otra cosa más que a Kouta.
El celular de Takaki había caído olvidado al suelo, el pequeño sillón ahora resultaba ser el mejor sitio del mundo, los dos eran tan cariñosos que no había perversión en cada beso o caricia solo existía ternura que crecía a cada momento. Takaki sentía morir cada vez que Yabu lo recorría a besos, Yabu lo volvió loco al recorrer su espalda con sus manos, ese día y en ese momento Takaki estaba dispuesto a dejarse querer por los brazos de Yabu.
Continuara D:~~
Inoo por otra parte asistía a la universidad, ponía toda su concentración en aprender lo que los maestros decían en clases, con el objetivo no solo de mejorar sus notas si no de mantener su mente ocupada en algo productivo.
Los demás chicos también tenían que hacer, Hikaru teniendo tiempo libre al no ir a clases, se habia quedado en su casa a ayudar a su madre, Keito asistía a la escuela privada como siempre, Ryutaro, Yuto, Yamada, Daiki y Chinen asistían al instituto donde convivían entre ellos en sus horas libres.
- Toma Dai-chan~- dijo Yamada dándole un refresco de lata.
- No tengo sed – Daiki no tenía muchos ánimos aun, por lo cual había perdido el apetito.
- ¡Eso es raro! – agrego preocupado Yuto – Daiki siempre toma esa bebida, ¿Te sientes bien?
- Solo no tengo sed – Repitió Daiki fingiendo una sonrisa.
- Ahora que hago compre 2 refrescos – dijo Yamada sintiendo que había comprado en exceso – si me tomo los dos engordare y eso seria fatal.
- Dámelo a mi – dijo Yuto estirando su mano intentando quitarle un refresco a Yamada, sin querer sujeto el refresco aun cuando Yamada lo estaba sujetando el cual tuvo una reacción de susto y dejo que la lata callera al piso .- ¿Qué te pasa? – pregunto yuto recogiendo la lata del piso.
- Nada, nada – respondió rápidamente Yamada
- Si no me la querías dar , solo me lo hubieras dicho – dijo yuto regresándole la lata a Yamada.
- No es eso… - Yamada no acepto que le devolviera la soda
- ¿Entonces? – pregunto Yuto.
- No pasa nada, nada – dijo Yamada un poco trabado, a decir verdad los últimos días habían sido también algo difíciles para él, desde que “el no beso” en la playa había sucedido resultaba difícil hablar con Yuto.
- Si tu lo dices – Yuto ignoro el comportamiento de Yamada e intento abrir la lata ignorando por completo que estaba toda batida por lo cual ambos se llenaron de refresco sabor naranja y sus uniformes habían quedado todos arruinados.
- ¡Tonto! – dijo Yamada intentando sacudir rápido la soda de su ropa.
- Lo siento - agrego Yuto intentando de igual forma quitarse las gotas de soda de encima.
- Están en serios problemas- dijo Chinen riéndose de ellos.
- No pueden volver con ese color naranja a las clases – riéndose de ellos también dijo Ryutaro.
- ¿Qué hacemos? – dijo yuto preocupado.
- ¿Por qué no usan el uniforme deportivo por el resto de las clases? – Chinen dijo intentando dar una buena idea sin dejar de reír – Creo que es mejor que estar naranja.
Los dos caminaron hacia el gimnasio buscando su cambio deportivo, el camino fue un gran silencio ya que Yamada no decía ninguna palabra, y Yuto creía que este se encontraba enojado por el accidente del refresco, sin embargo el silencio de Yamada no era por enojo si no mas por confusiones que se había creado en su cabeza.
Entraron juntos al vestidor del gimnasio, como siempre lo hacían yuto empezó a cambiarse de ropas frente a Yamada al cual no le parecía del todo agradable, aun que siempre se desvistieran cerca el uno del otro jamás habían sentido incomodidad, después de todo conviven muy cercanamente en la escuela, en el grupo, inclusivo en los viajes que hacen constantemente. Pero en aquellos momento Yamada se sentía tan incomodo, tan nervioso y sin tener ninguna explicación.
- ¿Por qué tienes esa cara? – pregunto Yuto al notar una expresión rara en el rostro de Yamada.
- ¿Qué cara? – respondió con otra pregunta Yamada volteando rápidamente hacia la pared.
- No sé, tenias una mirada muy rara – agrego Yuto aventándole la camiseta llena de color naranja a Yamada.
- Estás loco – dijo Yamada regresándole la camiseta la cual cayó sobre la cabeza de Yuto.
- Por cierto – Yuto se acerco a donde estaba Yamada - ¿No es subido de pesos estos días? – yuto con su mano toco el abdomen de Yamada el cual solo se alejo rápidamente de él.
- ¿Estás loco? – repitió Yamada un poco – No estoy gordo, Soy puro musculó, bueno, aun que si me comparan contigo podría estarlo.
- ¿Te estás riendo de mí? – dijo yuto mientras caminaba sin camisa por el vestidor intentando que Yamada le viera a la cara el cual lo evitaba a toda costa.
- Pues quien te manda estar tan flaco y tan plano – Dijo Yamada alejándose de yuto el cual notaba que Yamada le evitaba por alguna extraña razón.
- Miles de chicas morirían por mi – dijo Yuto alejándose de él y sujetando la camiseta del uniforme deportivo.
- ¿Y eso que tiene de bueno? Si tu le tienes miedo a la mayoría de chicas – dijo Yamada aun sin verlo pero intentando continuar la plática.
- No es cierto… o no tanto… - Yuto no podía negar eso, pues el hablar con chicas siempre terminaba en un caos de lo nervioso que se ponía - Por cierto Yama-chan – comento yuto intentando cambiar de conversación para que olvidaran su mala suerte con las mujeres.
- ¿Qué paso? – dijo Yamada el cual había terminado de cambiarse.
- No había tenido tiempo de decirlo – dijo yuto mientras de igual forma terminaba de ajustarse el uniforme deportivo – El día de Okinawa, ¡Muchísimas gracias por salvarme la vida! – Yuto hizo una reverencia a Yamada el cual estaba tan sorprendido que no pudo evitar sonrojarse de aquello.
- No fue nada, No iba a dejar morirte - Yamada se había puesto nervioso al ver que Yuto estaba agradecido por el – Después de todo soy una buena persona, ¿No?
- Si tu lo dices – dijo Yuto riéndose de él y saliendo del vestidor -¿Entonces regresamos con los demás?
- Es menos peligroso que estar solo contigo – Dijo Yamada sonriendo levemente evitando todo pensamiento raro que cruzara por su cabeza.
Daiki, Ryutaro y Chinen seguían en el mismo lugar, sin embargo Daiki seguía sin tener el mejor ánimo del mundo mientras Chinen empezaba a tener platicas que le incomodaban bastante.
- Estoy feliz – dijo Chinen a Daiki mostrándole su celular el cual había recibido un mensaje nuevo – Takaki parece estar de muy buen humor ya que ha respondido todos mis mensajes.
- ya veo – contesto Daiki solo por decir algo.
- Ah! Soy tan feliz - agrego Chinen mientras sujetaba con fuerza su celular.
- ¿Te gusta Takaki? – pregunto riendo Ryutaro.
- Claro que si – Respondió rápidamente Chinen- Me gusta tanto como Ohno-kun, me pregunto con cuál de los dos me casare.
- Con ninguno – respondió fríamente Daiki.
- ¿Por qué no? – pregunto Chinen intentando no entender por qué no podía casarse con ellos.
- Porque no te puedes casar con otro hombre, además tampoco con 2 a la vez. – Agrego Ryutaro
- Si puedo – dijo Chinen sonriendo diabólicamente- me puedo casar con ellos en Canadá.
- ¿Tan lejos? – Ryutaro pregunto.
- ¡No puedes!- Daiki ya se empezaba a molestar del tema, como si Chinen tuviera la culpa de su depresión, o de que sus bromas no le cayeran tan bien- ¡No te puedes casar con Takaki!
- ¡Si puedo! – Chinen seguía terco en su broma de casarse.
- ¡Eso es imposible! – le dijo Daiki usando un tono de voz más elevada.
- ¡Si puedo! ¡Si puedo! ¡Si puedo! ¡Si puedo! – Chinen empezaba a actuar como un niño terco.
- ¡NO! – Grito Daiki levantándose de donde estaba sentado mirando a Chinen con algo de enojo.
- Tranquilízate – Dijo Ryutaro sujetando del brazo a Daiki el cual parecía estar enojado de la nada.
- No estoy enojado – Daiki se volvió a sentar intentando calmarse.
- Será… ¿Te gusta Takaki? – pregunto chinen al ver aquella reacción.
- ¡No! – respondió rápidamente Daiki, era obvio que aun que hubiera renunciado a el seguían sus sentimientos reprimidos.
- Qué bueno… uno menos en el camino para llegar a Yuyan – dijo feliz mente Chinen mientras abría su celular para marcarle a Takaki.
- ¿Qué vas a hacer? – pregunto Ryutaro al ver que Chinen iba a hacer una llamada.
- Voy a hablar con mi “Futuro esposo” – Chinen seguía con eso e intento hablarle a Takaki para provocar más a Daiki, su extraño sentido le hacía adivinar que Daiki sentía algo por takaki.
Chinen marco a Takaki, el cual contesto rápidamente desde la casa de Yabu donde últimamente parecía más vivir que estar de visita.
- ¿Hola? – pregunto Takaki
- ¡Yuuuyan! ~ - dijo alegremente Chinen al escuchar su voz, solo se habían comunicado por mensajes así que escuchar su voz era realmente emocionante para chinen- ¡Te he extrañado!
- ¡Yuri-chan! – dijo Takaki alegremente al escuchar la voz de chinen - ¿Qué deseas?
- Daiki se enojo conmigo – Chinen ponía una voz melancólica provocando que Takaki se preocupara.
- ¿Qué paso? ¿Te hizo algo? - Takaki como buen amigo se había preocupado, con lo que Chinen había logrado su objetivo, hacerse la víctima.
- ¡Si!, Me dijo que no puedo casarme con Takaki – La voz de chinen era melancólica como si de verdad le doliera no poder casarse con él, este a cambio al ver que no se trataba de nada serio más que uno de los juegos clásicos de Chinen soltó una carcajada dejando escuchar su risa en el teléfono. -¡No te rías! – dijo chinen intentando parar la risa de Takaki.
- No, no se puede casar contigo – era una tercera voz, Yabu quien le había quitado el celular a Takaki para meterse a la conversación mientras que se seguía escuchando a Takaki riendo y forcejeando con Yabu para quitarle el celular – Yo me casare con Takaki – dijo Yabu riendo de la situación, sin embargo lo cómico que parecía para Yabu y Takaki no resulto ser de alegría para Chinen el cual se había puesto de tan mal humor al entender que ellos dos estaban juntos.
- ¡De ninguna manera dejare que te quedes con Yuyan! – Chinen se había enfadado y corto la llamada agresivamente.
- ¿Qué paso? – pregunto Takaki a Yabu al ver que este separaba de su oído el celular.
- Parece que se enojo – dijo Yabu sorprendido.
- Le voy a mandar un mensaje disculpándonos – Dijo Takaki pidiéndole el celular a Yabu el cual se negó a dárselo y empezó a jugar con Takaki quien quería su celular, Yabu lo tenía en su mano y lo levantaba para que Takaki lo alcanzara, realmente eran tan infantiles que se miraban lo bastante lindos con su juegos.
El juego termino cuando Takaki alcanzo su celular y Yabu al ver que estaba distraído aprovecho ese momento aventándolo al sillón que estaba enfrente del televisor, dejando recostado al chico y sin aguantar las ganas se puso sobre el mirándolo directo al rostro.
- Podría estar todo el día viendo tu mirada – dijo románticamente Yabu al estar hipnotizado por los ojos de Takaki, era una mirada llena de vida, el brillo de sus ojos le decía a Yabu que estaba enamorado de él.
- Yo no podría solo verla – Respondió Takaki abrazando fuertemente por la espalda a Yabu - Realmente soy tan feliz – Dijo antes de darle un beso a Yabu el cual respondió abrazándolo con la misma fuerza disfrutando de aquel beso.
- Te amo- Susurraba en voz baja Yabu mientras dejaba que Takaki besara su rostro – Te amo tanto.
- Yo también – dijo Takaki deteniendo sus besos al escuchar la voz de Yabu – Te amo.
Desde el día que habían decido que serian novios, se habían contenido de llegar más lejos de un abrazo o un beso, pero en esa ocasión fue algo incontrolable ya que el sentimiento parecía haberles ganado.
- Soy tan feliz – dijo Takaki mientras Yabu besaba con dulzura su cuello desabrochando al mismo tiempo la camisa que llevaba puesta.
- Me encanta tu olor – dijo Yabu mientras deslizaba su nariz sobre el abdomen de Takaki – me encanta como sabes – agrego mientras sus labios se deslizaban por el mismo lugar.
- Soy feliz… - suspirando decía Takaki mientras Yabu continuaba besándole – No puedo desear otra cosa más que a Kouta.
El celular de Takaki había caído olvidado al suelo, el pequeño sillón ahora resultaba ser el mejor sitio del mundo, los dos eran tan cariñosos que no había perversión en cada beso o caricia solo existía ternura que crecía a cada momento. Takaki sentía morir cada vez que Yabu lo recorría a besos, Yabu lo volvió loco al recorrer su espalda con sus manos, ese día y en ese momento Takaki estaba dispuesto a dejarse querer por los brazos de Yabu.
Continuara D:~~
1 comentarios:
haaaaaaaaay!!
pura miel y mermelada con Yabu y Takaki!! ke bellos *O*
y ahora si ya debe estar proximo el momento de Daiki e Inoo *---*
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